Fueron tres días de descenso vertiginoso, 1.800 metros en rapel y delicadas y complejas maniobras. Por vez primera, la cara norte había sido recorrida en descenso. Abajo, en Kleine Scheidegg, fueron recibidos como héroes.
Dos años más tarde, una avalancha sepultó a Paul Etter, brillantísimo alpinista que ya había escalado la cara norte del Cervino en invierno. Ueli Gantenbein falleció hace poco de una enfermedad común. "Sepp" Henkel trabajó toda su vida de carpintero y se jubiló hace cinco años.
Es un viejecito tierno y encantador y tuve el placer de escalar con él las placas lisas del Grimselpass en el Oberland, una vía de cuatrocientos metros en Vº y VIº que "Sepp" subió toda de primero sin pestañear. A mis apuros y lamentaciones "Sepp" respondía con una risita y un oportuno tirón de la cuerda. Hace unos veranos, "Sepp" navegó en piragua más de tres mil kilómetros por el Yukon, en Alaska.
Es el único superviviente de aquella historia alpina que sigue conmoviéndonos cincuenta años más tarde.
Tuve la oportunidad de abrazar a este superhombre, cuyo coraje y fortaleza es sólo comparable a la grandeza de su corazón.
Fotografía: Francis Tomas.
RECUERDOS
DESDE EL HORIZONTE
A mitades del mes de Agosto, hace ya cincuenta
años en la cara norte del Eiger, Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, concluían su
impresionante vida alpinística en medio de su más preciado sueño. El destino y
la sólida unión de la amistad, aderezados por el inacabable deseo de superación,
les llevó aquella vez demasiado lejos.
En aquel tiempo el suceso tuvo una repercusión
mediática demoledora, que ahora mismo parece anclada en la prehistoria del
montañismo. Sin embargo los que lo vivimos de cerca, no podemos mas que admirar
el valor de aquella cordada que en los años anteriores, junto con otros
escaladores de Zaragoza, habían puesto el listón tan alto, que se hacía difícil
seguir sus pasos verticales con el desparpajo que lo hacían ellos.
Quizá los escaladores actuales no se puedan
imaginar, como es posible que con aquellos medios acometieran semejantes
empresas. Alpargatas de esparto para las redondeadas presas de Riglos, cuerdas
de cáñamo atadas directamente a la cintura, toda una ferretería de clavos
artesanales y tacos de madera. Y para el hielo, piolet con mango de fresno y
crampones forjados por un herrero. Lo más importante sin embargo, lo tenían en
la mente y sus realizaciones, hoy en día siguen siendo un ejemplo de audacia.
Espolón del Firé, las Brujas del Tozal, el
Espolón del Gallinero y sobre todo la ruta original en la cara Oeste del
Naranjo de Bulnes, marcan los trazados que mejor pueden definir su forma de
encararse a las dificultades.
Ya se que ahora hay algunos que no necesitan
ni cuerdas para pasar por estos mismos lugares, que lo hacen corriendo por lo
que no tienen tiempo ni de caerse, pendientes del cronómetro. Todos tenemos
derecho a disfrutar de la manera que elegimos para nuestras ascensiones y que
la libertad que es posible disponer en la montaña, no es tan fácil tenerla en
otros momentos de la vida. Pero yo siguiendo lo escrito por Julio Villar (que
hizo la segunda a la Oeste del Naranjo) “los que corren no saben nada de la
vida”, prefiero seguir rozando mis dedos, despacio en cada presa para disfrutar
intensamente cada paso. Y me agrada saber que en esos mismos agarres pusieron
sus dedos Ernesto y Alberto, a los que ahora recordamos con agradecimiento.
Gregorio
Ariz.
60 ANIVERSARIO DE LA ESCALADA A LA MURALLA DE LA BAROUDE (BARROSA)
On célèbre l'an dernier (14 aout 2012) le 60 e anniversaire de la première ascension du Gerbats C'était en 1952 le 14 aout. On regarde l'évolution des jeunes sur le même itinéraire : Pascal Ravier , Vincent De Fos du Rau, Olivier Delors et sa compagne Sophie, François Pressat… En bas le groupe d'amis de la Revue Pyrénées et l'accompagnateur ( deuxième à droite Daniel Guilly) avec Jean et Pierre, au pied de la muraille. 2ère photo : apéro offert la veille par Eric à gauche le gardien du refuge
Una bonita conmemoración de la primera escalada de la formidable muralla de Baroude (Barrosa) por nuestros queridos amigos Jean y Pierre Ravier. Texto y fotos de Christiane Abbadie-Clerc.
Nuestra simpática amiga, la pirineísta Christiane Abbadie-Clerc.