Homenaje a los escaladores Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, en el cincuenta aniversario de su muerte en la cara norte del Eiger.

LA ASISTENCIA AL HOMENAJE ES LIBRE Y NO HAY NINGÚN INCONVENIENTE EN QUE, QUIEN LO DESÉE, PUEDA CENAR CON SUS PROPIOS ALIMENTOS AUNQUE PARA HACERLO EN EL CATERING DEL PABELLÓN ES IMPRESCINDIBLE LA RESERVA CON 25 EUROS.

¡NO FALTEIS, OS ESPERAMOS EN MEZALOCHA!



jueves, 14 de junio de 2012

LA OESTE DE RABADÁ Y NAVARRO (II)



Travesía en la cara oeste


Gregorio Ariz Martínez

 
Segundo día.

Una claridad invade la tienda y con verdadera curiosidad nos asomamos al exterior, pues del tiempo que amanezca depende nuestro triunfo. Por suerte está radiante y el frío aprieta con gusto.
Una vez desayunados nos adentramos en el problema principal de la pared. Una delicada travesía que pone en juego la pericia y el equilibrio de los que la recorren, nos entretiene ahora a nosotros durante algún tiempo. Viéndole pasar a José Ignacio, no parece que la cosa sea excesivamente difícil. Sus fuertes dedos no se inmutan ante tamaño esfuerzo. Cuando ha llegado a la llamada “guitarra”, hace reunión  y paso por el mismo sitio en segundo lugar. Las presas son minúsculas y el vacío impresionante. Trescientos metros mas abajo, empequeñecido por la distancia, está el refugio y cerca de él, dos puntos pequeñísimos indican la presencia de nuestros compañeros Javieruco Aldaya y Andoni Feliú, que siguen con mirada atenta nuestras evoluciones.
Una vez en la “guitarra”, descendemos unos metros prontamente pues el lugar es incómodo. La segunda parte de la travesía me toca a mí de primero y aunque es más fácil que la anterior, requiere también su cuidado. Un rato más tarde, nos encontramos al pie del “diedro de 100 metros”
   Punto clave
  
Travesía
  
Desde este punto tiramos la mochila con la tienda y el cordino de izar dentro, además de la ropa que nos sobra, la cual baja como una bala sin tocar ninguna parte, hasta estrellarse en el nevero de la base. Nuestros compañeros la recogerán más tarde comprobando con autentica suerte, que no ha sufrido ni el menor deterioro. Aparte del material solo llevamos una naranja cada uno en el bolsillo, que nos comeremos mas arriba con piel y todo.
Nosotros, ya sin peso ni estorbos “volamos” por el diedro que al principio nos engaña. Recelamos a veces de lanzarnos a los pasos difíciles sin empleo de clavijas de seguro, pero al ver que las presas son sólidas y abundantes, dejamos las dudas aparte y proseguimos sin pensarlo demasiado.
El soy ha venido a reunirse con nosotros y nos impregna con su calor. Esto lo agradecemos en principio, pero pronto nos sofoca la sed y quisiéramos que volviera a desaparecer.

 
 Diedro

 
A primeras horas de la tarde, desembocamos en terreno más fácil y en una estrecha plataforma, recogemos una cuerda azul de 40 metros, último vestigio del lugar en el que Lastra y Arrabal, pasaron su cautiverio de diez días en pleno invierno antes de ser rescatados por un helicóptero.
Ahora la pared se presenta fácil y todo invita a correr. La proximidad de la cumbre, los gritos de Javieruco y Andoni que han subido por la cara sur, el cansancio acumulado en el cuerpo y las ganas que ya tenemos de abandonar este mundo vertical, aceleran nuestros movimientos.
 Últimos largos  


 Último paso difícil
  
 
Más arriba, ya muy cercanos a la cima, superamos el paso desde donde cayeron Berrio y Ortiz y pocos metros después nos desatamos de las cuerdas porque la escalada ha terminado.
Ya en el punto más alto, nos abrazamos con nuestros amigos, que nos reconfortan con su presencia y con una ensalada que nos han subido. Es la primera vez que los cuatro hemos pisado la cumbre del rey de los Picos de Europa. Somos los únicos habitantes del lugar, ya que en el Naranjo de Bulnes no hay más escaladores que nosotros.
El pensamiento vuela con el recuerdo a Alberto Rabadá y Ernesto Navarro que nos dejaron como ejemplo una ruta genial, la más importante del Naranjo en aquel momento
El gozo que ocupa todo nuestro ser, es tan inmenso y sencillo, como el desnudo mundo de cumbres y abismos que se tienden bajo nuestros pies.
Pero es necesario iniciar el descenso. La noche está ya cerca.

  En la cima del Naranjo


 
Notas finales:

Escalada realizada por José Ignacio y Gregorio Ariz de Pamplona, los días 29 y 30 de Mayo de 1.970
La cuerda recuperada era de Enrique Herreros y la enviamos al Club de Montaña Peñalara de Madrid.
Adjuntamos algunas fotografías tomadas durante la escalada que tienen el sabor desgastado de los años.
Y por último, nos agrada que los amigos de Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, sigan manteniendo tan vivo su recuerdo y traten de que sean reconocidos como merecen.
Procuraremos participar en los actos programados en su memoria.



                                                                                       Gregorio Ariz Martínez.



Foto cortesía de César Pérez de Tudela.









LA DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA
DEL GOBIERNO DE ARAGÓN COMUNICA
QUE EL HOMENAJE A RABADÁ Y NAVARRO ESTÁ "FUERA DE SUS COMPETENCIAS" 

 
  
 Bueno, pues por el momento esto es lo que hay. Seguiremos informando.


GRACIAS GREGORIO, MONTAÑERO Y ABUELO NATURALISTA 
Preciosa esta entrega del veterano escalador navarro. Un poco limitado por el escaso entusiasmo que muestran sus meniscos por el alpinismo y la escalada, como la inmensa mayoría de montañeros "maduritos", Gregorio descubre a sus nietos la vida salvaje de los Pirineos, esas marmotas gritonas que tanto han proliferado por toda la cordillera. Mira Gregorio: Más vale que tus nietos se aficionen a ver "bichos" antes que se hagan adictos a la "play station" y al ordenata. 
  

ME VOY DE VACACIONES A VIETNAM.
EL BLOG YA  ESTÁ EN ONCE MIL VISITAS. INTENTARÉ SUBIR EL FANSIPAN (TECHO DE VIETNAM), 3.200 m.

Debe ser una especie de Pirineo pero con arrozales y selvas de bambú. Por lo menos no habrá "penitentes" (especie de cuchillos de hielo), ni destrepes en mixto a 6.000 m como este en el Cerro Sajama, de 6.556 m, el techo de Bolivia. En realidad lo que me da miedo es  la malaria.  

Volcán Sajama, 6.556 m.

  Bueno, ya os contaré a la vuelta y atentos al blog porque tenemos en cartera a dos "pesos pesados" del alpinismo nacional: Alberto Rabadá terminando su relato del espolón del Fire y César Pérez de Tudela, decano del alpinismo español reviviendo su escalada a la cara norte del Eiger. Nos vemos.

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