Boletín Digital de Montañeros de Aragón. Alpinista y escritor.
Conocía
de vista a Miguel Vidal de algún evento en nuestro club, Montañeros de Aragón. Era
un hombre amable y simpático que saludaba y charlaba con todo el mundo. Antiguo
presidente de esta entidad y cineasta excepcional, no tenía ni un pelo de
elitista: bien podía decirse que jamás se le caían los anillos…, ¡porque nunca llevaba!
Allá por 1999, una Junta Directiva me comisionó junto a Jaime Árbex para tratar
con él cierto asunto sobre la conservación de su filmografía. Hasta entonces, no
había hablado con Miguel Vidal en profundidad. Y, aunque primero se debía
abordar el ofrecimiento de José María Barceló para que Ibercaja fuera
remasterizando poco a poco sus estupendas películas, con frecuencia terminamos viajando en el tiempo de la mano de sus recuerdos de la
montaña en los años cincuenta y sesenta. Una auténtica delicia.
Miguel
era un anfitrión de primera, cordial y cariñoso como pocos, paciente hasta
límites insospechados. Nunca pareció molestarle que allanase la intimidad de su
casa tomando diversas fotografías como recuerdo, ni que alguna visita terminara
en entrevista descarada, lápiz en ristre. El resultado de cuanto pude recopilar
se publicó en un Anuario extraordinario (“50 Aniversario Ascensión El Puro”,
2003), bajo el título de “El Fire y el Tornillo…, tras la cámara”. Ni que decir
tiene, quebrando el árido formato interview en favor de un relato en
primera persona que Miguel revisó con su acostumbrada benevolencia. Por
desgracia, las ocupaciones fueron alejando esas nuevas citas programadas que,
sin duda alguna, hubiesen aportado datos interesantísimos sobre quien fuera
llamado, con toda la justicia del mundo, el “Tercero de la Cuerda”…
¿De
qué cordada estamos hablando? Muchos ya lo habréis imaginado: de la más célebre
entente de voluntades escaladoras que
se diera en Aragón. De esa fantástica asociación establecida entre las dotes trepadoras
de Alberto Rabadá y Ernesto Navarro…, sumadas al arte del cameraman de lujo que fue Miguel Vidal. De mis anotaciones de
entonces, he extractado para la ocasión cuanto Miguel me trasladara sobre sus
relaciones con esos grandes amigos suyos, protagonistas indiscutibles de
algunas de sus películas más reputadas:
“A Alberto Rabadá y a
Ernesto Navarro los conocí en el club Montañeros de Aragón. Enseguida nos
caímos bien. Allí me contaron que iban mucho por Riglos para escalar. En esa
predilección por Riglos coincidíamos plenamente: Rabadá y Navarro solían venir
por mi casa, para ver si lograban meterme en alguno de sus fregadillos. Recuerdo que, de primeras, lo intentaron en la Peña de
Don Justo, aunque con poco éxito, pues me bajé en el primer largo. Yo les había
comentado que, si me colocaban en medio, a lo mejor…, pero luego allí, vi que
no me convencía aquello. Con el tiempo, terminaría por filmar con ellos dos
películas de escalada en Riglos: en el Fire y en el Tornillo.
”La primera la titulé
“Escalada”. El guión lo preparó Ramiro Brufau, que escribía muy bien, y el
locutor fue García Camañes. Para entonces, Rabadá había intentado que subiese
con ellos para filmarles durante sus escaladas. Al final, decidí explicarles
cómo lo podían hacer ellos mismos, para lo cual les regalé una cámara Paillard de cuerda que iba a dieciocho
imágenes para ahorrar. A Rabadá le comenté un poco el sistema cinematográfico
de filmación, dándole consejos para que no hiciese barridos. De muy poco les
sirvieron, pues esta cámara la chafaron en el Fire… En cualquier caso, entre
los dos filmaron buena parte de la misma, motivo por el cual los puse en los
créditos… Yo hice el montaje: fue preciso tirar más de la mitad del material,
que no eran sino sobrantes con barridos y cosas así. De todas formas, no fueron
malos discípulos Rabadá y Navarro. Hicieron caso a mis instrucciones de filmar
una película de un modo parecido a como se hace una redacción...
”Desde hacía tiempo, yo le
tenía echado el ojo al Tornillo. Una
noche en que Rabadá y Navarro se quedaron en mi casa para dormir, les dije que
les llevaría a ese Mallo para que pudiesen explorarlo. Aunque ellos pensaban ir
a otro sitio para escalar, cambiaron de planes y se vinieron conmigo: en cuanto
vieron el Tornillo, les encantó. Entonces decidieron que lo subirían y que me
dedicarían a mí esa vía; querían que fuese con ellos para filmar durante su
escalada. Para la película “Siempre Unidos”, empleé una cámara de pilas,
cogiéndolos desde el otro lado mientras subían y bajaban. Lo hicimos en tres
domingos, tomando lo que buenamente se pudo cada vez. Para las tomas de cerca,
me llevaron con ellos mediante una cuerda… La escalada fue realizada: justo
después de montar la película, la pudieron ver Rabadá y Navarro. Les gustó
mucho. Después se fueron al Eiger y ocurrió la triste tragedia. Por eso, con el
material filmado en el Tornillo, aproveché para hacer un play-back y dedicarles
a Rabadá y Navarro esta película. Tras su accidente me quedé consternado,
porque les había querido mucho: les admiraba sinceramente. Pensando en ellos,
unos magníficos muchachos, decidí rendirles un último homenaje con aquella filmación,
que titulé como “Siempre Unidos” en su honor”.
¿Qué más se podría añadir a
estas palabras del ahora desaparecido Miguel Vidal? Pues que, acaso, gracias a
iniciativas como la del citado Anuario de 2003 y, desde luego, la de este Blog
que ahora nos acoge, el recuerdo de los tres amigos perdurará en nuestra
memoria. Esperemos que por muchos años.
Con Jaime Arbex, sobrino del músico Fernando Arbex (Los Sirex), guarda del refugio Ronatiza (Pineta)
Gracias Alberto. Quienes conocimos a Miguel Vidal, montañero y capitán de farmacia, nunca podremos olvidar su amabilidad y sus detalles y atenciones para con todos los montañeros sin excepción.
ResponderEliminarUn buen hombre, una gran persona.
Alberto, Ernesto, y Miguel. Los tres perduran, y viven en nuestros recuerdos, en nuestros corazones.
Un saludo.
Jesús Vallés
La verdad es que la personalidad de Miguel Vidal era única... Recuerdo que estaba muy orgulloso de que, durante la Guerra Civil, no tocase un arma en ningún momento y que resultara herido en dos ocasiones por sacar heridos de la línea de fuego... En fin; quienes deseen saber más sobre el "Tercero de Cordada" harán bien en pillarse el Anuario de Montañeros de Aragón 1999-2000... Entre las páginas 54 y 57, aparece allí la interesante entrevista que le realizaron Mikel Silván y Quique Gracia...
ResponderEliminarAlberto Martínez Embid