El Colectivo Identitario de Aragón es una
Asociación- Colectivo que desde su nacimiento su objetivo primordial es la defensa
de la Identidad
Aragonesa en todos sus
conceptos tantos materiales como simbólicos.
Bien es verdad que para nosotros el resaltar
unos valores no tangibles, ni materiales, tienen mucho más peso que cualquier
otro visible.
Delio Rosa. Portavoz del Colectivo Identitario de Aragón.
Ese es el caso de
aquellas personas, formas de ser, tradiciones, culturas etc. Que puedan representar esa Identidad
Aragonesa que nosotros desde nuestro humilde Colectivo queremos potenciar,
defender y por supuesto admirar.
Valores eternos,
verdaderos, que no se representan de una forma visual ni
física, pero que suponen el mayor de los sentimientos para los que
defendemos nuestra Identidad y nuestra forma de concebir nuestro pasado,
nuestro presente y nuestro futuro. Es decir de concebir nuestra propia
existencia como personas.
Esos valores eternos de
nuestra Identidad pueden ser
perfectamente representados en dos
escaladores aragoneses que próximamente se les va hacer un homenaje por
iniciativa y empeño particular. Como son los inolvidables Alberto Rabadá y
Ernesto Navarro.
Estos escaladores
magníficos e inolvidables no han tenido en Aragón de una forma clara y
contundente por parte de nuestras Instituciones
el homenaje que merecen y debieron ya haber tenido. Pero el empeño de
una mejor persona que escalador, como es el experto montañero Jesús Valles, va
hacer que de una vez por todas el
merecido homenaje sea una realidad en la
localidad Zaragozana donde empezaron hacer sus primeros pinitos en el mundo de
la escalada. Mezalocha.
Un tapizador-decorador y
un ebanista, gente humilde, llana y sencilla que hacían de la escalada entre 1961-1963 desvanecer sus
misterios de la época. Ascendieron paredes consideradas no difíciles, sino
imposibles, a base de su tesón y su conocimiento rudimentario de las técnicas,
hasta alzarse como los principales innovadores de este deporte. En aquella época que quedaban muchas cosas
por inventar, en su intuición nació su
estilo y en sus fuerzas surgía la
inventiva. Sin medios establecieron un forma de escalada fuera de sus tiempos
en la que los valores y la imaginación vencían a las dificultades y al no se
puede.
Abrir en 1962 la cara oeste del Naranjo de
Bulnes, era conseguir lo imposible, sin
material, con climatología adversa pero
con un tesón aragonés que les caracterizaba para vencerla, con el arma de la
obstinación y la fuerza para doblegar
las dificultades más inverosímiles. Sí
la pared existía, entonces existían los dos maños para
conquistarla.
En 1963 buscaban la pared o la montaña mas difícil que
conquistar en esa época, así que fijaron su vista en los Alpes y
encontraron la pared maldita, “la Madre de todas las Paredes”
la cara norte del Eiger. Dos kilómetros
de altura de pared, era el mayor reto de
la escalada alpina del momento. Varios
montañeros españoles se afanaban en poder doblegarla. Rabadá y Navarro quisieron acometer la
escalada espoleados por el rudo y pertinaz optimismo aragonés, con su logística
primitiva pero efectiva.
Lamentablemente a 300 metros de la cumbre,
con una tormenta que les sorprendió y un frío muy extremo produjo que tuvieran un agotamiento físico tal, que
fallecieran, y pasaron a la historia
inmortal de los míticos escaladores
aragoneses.
El Colectivo Identitario
de Aragón da su apoyo más sincero al homenaje que se les va a realizar a estos
montañeros el próximo año 2013. Ellos
son el reflejo perfecto de lo que
representa el esfuerzo , el empeño y la fuerza del pueblo aragonés. Símbolo de la Identidad Aragonesa
y de sus Valores más preciados y que queremos potenciar y defender poniendo
como ejemplo a personas como Rabadá y Navarro.
Delio Rosa
(Portavoz Colectivo Identitario de Aragón)
OTOÑO EN EL PARQUE NACIONAL DE
ORDESA Y MONTE PERDIDO.
Foto: Eduardo Viñuales Cobos
Faja Canarellos. Gallinero-Fraucata.
Zona Verde. Heraldo de Huesca
ORDESA, LA MAYOR “EMPRESA” DE LA PROVINCIA DE HUESCA
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es motor
de desarrollo sostenible, generador de empleo, atractivo turístico y objeto de
inversiones… El espacio protegido nos ofrece agua, aire puro y una de las más
bellas estampas de naturaleza que muchos desean conocer.
Puente de Todos los Santos en el Parque Nacional de Ordesa y Monte
Perdido. Pese a la lluvia y a que está nevando en las alturas, madrugo y me
dirijo caminando hacia el refugio de Góriz por el Circo de Soaso. Ya de regreso
de esta excursión me voy cruzando con cientos de personas de todas las edades,
clase y condición que poco a poco suben hacia la cascada de la Cola de Caballo -distante a
tres horas de caminata del coche-. Son visitantes que hace un rato habrán
atravesado el bosque de hayas y, muy posiblemente, habrán observado al grupo de
sarrios que confiadamente pastaba junto al sendero. Y así me encuentro con montañeros
bien equipados que buscan las cimas, familias con niños, fotógrafos con
trípodes que se detienen cada poco rato frente al colorido del otoño, grupos de
estudiantes, parejas de enamorados, personas mayores, los hay con aspecto
urbanita e incluso saludo a alguna que otra cara conocida… venidos de Madrid,
de Barcelona, del País Vasco, de muchos rincones de Aragón, de toda España e incluso
de otros países también…. Hace frío y la lluvia no ha cesado, pero en casi
todos ellos observo caras de satisfacción.
Cuando regreso al aparcamiento de La Pradera de Ordesa veo que allí no cabe un coche
más, y que incluso algunos vehículos han tenido que estacionar en hilera a un
lado de la carretera. Volviendo a Torla, en el Puente de los Navarros, confirmo
que las autoridades del Parque Nacional han cerrado la barrera de acceso para
evitar que se supere la “capacidad de acogida” del espacio natural protegido.
Ordesa, en el puente festivo, está lleno hasta los topes. Y visto lo visto,
está claro que este lugar del Pirineo de Huesca es una referencia, un auténtico
motor de desarrollo sostenible que cada año atrae a un turismo que busca los
paisajes naturales mejor preservados de la acción del hombre, que elige los bosques
frondosos, las aguas limpias, el aire puro, y aquellos escenarios prístinos
donde la naturaleza nos cautiva enormemente porque se halla bien cuidada y conservada.
Un día más tarde HERALDO DE ARAGÓN se hace eco de la satisfacción de los
empresarios turísticos del entorno del Parque Nacional en el puente de Todos
los Santos: Ordesa ha sido, a las puertas del invierno, el lugar más demandado
de Aragón, con un 90% de ocupación hotelera. Y es que como me apuntaba un amigo
de excursiones, efectivamente, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es
la mayor “empresa” de Huesca, dada la gran repercusión que tiene en el Producto
Interior Bruto (PIB) de la provincia, tal y como también sucede con el Parque
de Doñana en la de Huelva. Y es cierto, está demostrado que el turismo de
naturaleza es un turismo fiel, ajeno en
buena parte a la crisis económica… y de ahí que cada año los senderos o
caminos de Ordesa y Monte Perdido sean recorridos por miles de personas que
buscan lo más bello de la naturaleza. En 2011 el Parque Nacional recibió
615.000 visitantes, una cifra que se ha mantenido estable durante los últimos
diez años. El Parque Nacional genera trabajo y vida en los pueblos del entorno,
es fuente de salud y proporciona un gran número de servicios ambientales y
beneficios sociales. Ordesa constituye, en efecto, una gran reserva hídrica, un
motor económico, un destino que nunca cansa, un regalo para la vista y los
sentidos… es un gran emblema de todo Aragón.
Los datos oficiales aseguran que el papel del Parque Nacional de Ordesa
y Monte Perdido va más allá de la conservación de los valores naturales o la
biodiversidad. Que económicamente cuenta con un presupuesto anual de 1.800.000
euros, en el que se contemplan inversiones de mantenimiento hoy perfectamente
asumibles, y muy inferiores a las que se realizan en otras infraestructuras tan
demandadas como son el AVE, aeropuertos, estaciones de esquí o autovías de elevado
coste. Se ha de saber que en el área de influencia del Parque, ayuntamientos,
empresas, asociaciones y particulares recibirán este año 416.000 euros. Que el
empleo directo en vigilancia, uso público y conservación supera el centenar de
puestos de trabajo… amén del trabajo indirecto que se genera en los municipios
del entorno: guías, comercios, hoteles, restaurantes, etc. Que la marca “parque
nacional” supone un plus para el desarrollo local. Y que las funciones y
beneficios que reporta son también de tipo educativo, científico, cultural,
turístico y recreativo.
Ordesa y Monte Perdido, nuestro único Parque Nacional es, no lo
olvidemos, un Patrimonio Mundial de la Humanidad que debemos valorar, atender y seguir
conservando.
EDUARDO VIÑUALES COBOS.
HONGOS: CONTINÚA LA BUENA RACHA DE RECOLECCIÓN DE ROBELLONES.
Esta vez ha sido con Félix, otro buen amigo escalador y hemos compartido un "cado" que nos ha deparado alguna grata sorpresilla. Cuatro o cinco kilos ¡No está mal!
EL MÉDICO DE LA MONTAÑA.
Por César Pérez de Tudela
(Artículo firmado por mí y publicado en el diario El Mundo, el 8 de Noviembre 2012, en la sección de Obituarios)
Aragonés a pesar de haber nacido en Santiago de Compostela, José
Ramón Morandeira, ha sido un verdadero personaje en Aragón. Montañero y
médico de montañeros y montañeses, investigó el tratamiento de las
congelaciones, en el Hospital universitario de Zaragoza, alcanzando el
mismo nivel de eficacia que en la clínica francesa especializada de
Chamonix, logrando ambas los mejores resultados del mundo.
Licenciado y Doctor en Medicina logró una excelente formación en sus
estancias en distintos centros y universidades de Inglaterra, Estados
Unidos y Francia. Su vida siempre estuvo unida a las montañas, primero
como montañero y estudiante, y luego como montañero y médico ejerciendo
con personalidad nuevas técnicas fruto de la investigación y la
experiencia. Profesor universitario (Director del Laboratorio de Cirugía
Experimental de la Universidad de Zaragoza); investigador en el
tratamiento de las congelaciones y creador del Master de Medicina
Urgente en Montaña.
Cómo montañero en sus años más activos hay que recordar la escalada de
Peña Telera, por la Gran Diagonal, una escalada clásica, y sus
expediciones al Baruntse, en el Nepal, al alto Atlas, Andes y otras
montañas de la Tierra. Morandeira Fue durante toda su vida uno de los
montañeros más preocupados por el rescate y salvamento en montaña,
realizando proyectos, convocando reuniones, solicitando ayuda a las
autoridades, diseñando equipamientos de salvamento cómo la camilla de su
nombre -bastes Morandeira- que consistía en la unión de dos armaduras
de mochila. El doctor Morandeira formó la vanguardia de los históricos
Grupos de Rescate en Montaña de la Federación de Montañismo en Aragón.
Conocí a Morandeira a principios de los años setenta del pasado siglo,
cuando acudió a buscarme a la estación del tren con su automóvil
descapotable. Yo tenía que comparecer ante la afición montañera de
Zaragoza, contando mis aventuras y mis últimas experiencias y él era uno
de los organizadores del acto. Años más tarde, sobre los años 80
coincidimos en algunas reuniones de la CISA/IKAR, la comisión
internacional para el socorro andino, a la que él asistía con
regularidad. Moranderira fue fundador de la Sociedad Española de
Medicina y Auxilio en Montaña junto a otros ilustres médicos montañeros,
así como creador del rescate medicalizado, no solo para montañeros,
sino para montañeses, agricultores y ganaderos de las comarcas
montañosas de Aragón.
En los últimos años José Ramón Morandeira estaba totalmente dedicado a
realizar expediciones al Himalaya, junto a su ayudante la doctora Nerín,
brillante alumna suya especializada en Medicina Urgente de Montaña.
Ambos realizaron importantes campañas auxiliando a los sufridos
pobladores de las regiones de Nepal.
Él y la doctora Nerín fueron los que dirigieron las tentativas de
rescate del mallorquín Tolo Calafat, en el Annapurna, así como el
salvamento de Oiarzabal, Pauner y el rumano Colibasano, desde el
helicóptero Squirrel 350, que por sus grandes prestaciones está
revolucionando el socorro en las alturas del Himalaya
El ilustre médico y montañero Morandeira ha sido uno de los personajes
más notables en las montañas de Aragón y de España. No solo cómo
investigador, sino como humanista. Medalla de Oro de la Federación
Española de Montañismo, mejor montañero de Aragón en 1970, Cruz de Plata
de la Guardia Civil. Morandeira era un profundo admirador de los
eficaces rescatadores del benemérito cuerpo, que él había contribuido a
su formación a lo largo de los años.
Y suya fue la frase, cuando el tremendo drama de Oscar Pérez en el
Latok II, en el Karakorum, cuando el presidente del gobierno español
solicitó al presidente de Pakistán la ayuda de sus helicópteros
militares, para el salvamento del alpinista colgado de la montaña,
Morandeira dijo publica y valientemente: Los rescatadores de la Guardia
Civil lo habrían hecho, si Pakistán les hubiera concedido el permiso.
La claridad de sus expresiones, la rotundidad de sus ideas hacían de
él -además de por su meritoria profesionalidad- un personaje muy
singular. Yo le entrevisté algunas veces para mi programa sobre las
montañas en la radio y era esclarecedor escucharle, sabía siempre lo que
decía, era contundente y no se aliaba nunca con componendas. Su
prestigio estaba por encima de otras consideraciones sociales.
Y por encima de su prestigio indiscutible estaba esa bondad del sabio,
aquello que dijo Descartes: “la bondad es la summa de la sabiduría”
Un gran abrazo querido Morandeira. Muchos somos los que hemos sentido tu
muerte tan temprana, a causa de un aneurisma, al terminar tu amena
conferencia en la Reunión de Montaña en el Valle de Aran, hace solo dos
días.
José Ramón Morandeira nació el 29 de septiembre de 1945 y murió el 5 de Noviembre de 2012.
*César Pérez de Tudela es guía de alta montaña y doctor en C. de la Información